En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, y en el mes del compostaje, nos sumamos al propósito de concientizar sobre la importancia de conservar la biodiversidad, reducir la contaminación y promover el compostaje para generar conciencia y popularizar prácticas y conocimientos que solucionen el enorme problema de la basura generando fertilidad para los suelos. En esta oportunidad, conversamos con Amalia Ares Giusti, fundadora de COMPOSTAME, la primera marca de envases sustentables de producción nacional que tienen como objetivo generar un impacto positivo en la comunidad y en el ambiente.
¿Qué necesidades y desafíos veían en el mercado que las llevó a fundar Compostame, y cuáles fueron los principales obstáculos con los que se encontraron?
En Compostame somos Emilia Erramouspe Saravia y Amalia Ares Giusti, amigas de la facultad donde estudiamos Diseño Industrial. A partir de una investigación académica sobre el impacto ambiental de los residuos urbanos, encontramos que el 50% del volumen de lo que descartamos es packaging predominantemente de plástico tradicional y el otro 50% principalmente se compone de residuos orgánicos. En ese momento ya había nuevos materiales (bioplásticos de origen renovable y compostables en hogar) disponibles para procesar en la industria de packaging existente. Así surge nuestra misión: Diseñar alternativas para impulsar la transición de la industria del packaging hacia un modelo de producción y de consumo con impacto positivo en la comunidad y el ambiente.
¿Qué tecnología utilizan para producir sus envases y en qué de se diferencian de los comúnmente llamados biodegradables?
Ofrecemos envases compostables en hogar para todo tipo de usos: packaging para alimentos envasados, cosmética, para e-commerce, take away y delivery.
El enfoque de la sostenibilidad nos atraviesa en cada decisión de la empresa: la selección de materias primas (que cuenten con los requerimientos técnicos para las funciones que deben cumplir hasta las certificaciones para garantizar la trazabilidad de productos compostables en hogar) y los transformadores con los que colaboramos para la producción (cuentan con certificaciones ISO 9001 y 14001, trabajan con paneles solares para alimentar parte de la producción y compostan en sus establecimientos). Entendemos que el cambio que se necesita debe ser integral, por eso buscamos sumar la perspectiva de género en la industria nacional, las voces diversas de nuestros colaboradores. Hacemos mediciones regularmente sobre el impacto ambiental y social, realizamos la entrega de nuestros envases en materiales compostables o reciclables, y entregamos envases planos (sin armar) para optimizar la cantidad de unidades en cada traslado y almacenamiento.
La diferencia entre biodegradable y compostable radica en las condiciones y tiempos en los que sucede la degradación. Compostable quiere decir en un plazo máximo de 180 días en un medio de compost. Biodegradable no hace referencia a tiempo y si requiere de algún medio en particular para su descomposición, por eso la etiqueta puede resultar engañosa por desinformación.
¿Cómo garantizan que sus envases sean verdaderamente compostables y cuál es el proceso de compostaje recomendado para estos envases?
Trabajamos solamente con materiales que cuentan con certificaciones ok home compost, y elegimos trabajar con transformadores que cuentan con buenas prácticas para garantizar el cumplimiento de las fichas técnicas de cada producto que desarrollamos. El proceso de compostaje recomendado es en un compost hogareño. Aquí comparto el link de una guía descargable que diseñamos para que todos lo puedan usar.
Aparte de su propuesta comercial, ¿qué otras acciones realiza Compostame como empresa B para generar un impacto en la comunidad?
El uso de la marca COMPOSTAME® asociada al mensaje: «Me hago tierra en 180 días®», busca aportar trazabilidad sobre los materiales que utilizamos e invitar a la acción de compostaje: que todas las personas que interactúen con el envase sepan que es un envase compostable y puedan acceder a la información que compartimos sobre su correcta gestión de descarte posterior al uso.
¿Qué estrategias de comunicación emplean para llegar a su audiencia y qué tipo de contenido comparten? ¿Participan activamente en la educación sobre el compost?
Hacemos mucho foco en la comunicación para compartir herramientas e información de calidad con nuestra comunidad sobre las temáticas que nos atraviesan, desde el impacto del uso de envases compostables hasta novedades de desarrollos sostenibles, a través de nuestro sitio web y redes sociales.
¿Cómo ven la industria del packaging en 5 años y qué planes tienen en la empresa para ir acompañando los cambios y desafíos?
Compostame salió al mercado en marzo del 2020. El hecho de navegar las distintas coyunturas, nos obligó a cambiar de forma muchas veces en 4 años. Sostener esa flexibilidad en un contexto como el nuestro resulta indispensable para estar disponibles para atender las demandas de un mercado en crecimiento como es el de los productos compostables. Llevamos un registro de los pedidos recurrentes o personalizados para atender los nuevos requerimientos que surgen y mantenemos una comunicación abierta y de intercambio con nuestros clientes lo cual es central en nuestra propuesta de innovación y desarrollo.
Otro desafío crucial radica en impulsar un cambio de paradigma respecto al uso de plásticos fósiles, cuyo bajo costo no refleja el daño ambiental subyacente de contaminación. Además, enfrentamos la falta de regulaciones y normativas que faciliten la inserción de nuevos materiales de manera competitiva en el mercado.
Estamos trabajando en desarrollos de nuevos productos para que las alternativas compostables ganen presencia en el mercado de consumo masivo. Este impulso busca expandir nuestro impacto positivo, fomentar el crecimiento con nuevos materiales sostenibles y promover una mayor adopción de la práctica del compostaje entre la población.
Conocé más sobre COMPOSTAME® !
Sitio Web
LinkedIn
Instagram